El pasado día 25 de mayo, con una eucaristía celebrada en la parroquia del colegio Corazón de María (CODEMA) presidida por el arzobispo de Oviedo, Mons. Jesús Sanz Montes, se clausuraron los actos conmemorativos del centenario de la llegada de los primeros claretianos a Gijón. Nuestro superior mayor, el P. Adolfo Lamata viajó desde Madrid para concelebrar la misa, y al término de la celebración pronunció unas palabras en nombre de toda nuestra provincia, agradeciendo la confianza depositada y la acogida que los claretianos hemos recibido de las gentes de esta tierra desde el primer minuto.
Por su parte, el prelado, siempre cercano a la vida religiosa de su diócesis, se remontó en su homilía al año 1858, cuando el Padre Claret visitó Gijón y se hospedó durante un mes en la antigua parroquia de San Pedro junto a la reina Isabel II, de quien fue confesor. Seguidamente, Sanz Montes hizo memoria del trabajo, “que fue de lo más diverso”, de los primeros misioneros en su destino en Gijón. “Yo no sé si san Antonio María Claret, en su llegada a esta tierra nueve años después de haber fundado la Congregación de los Hijos del Inmaculado Corazón de María, se podría haber llegado a imaginar que sus misioneros llegarían un día aquí. Lo hicieron y de su presencia, en esta eucaristía, hoy celebramos cien años”. “Me siento profundamente agradecido por el don que a esta iglesia particular le ha sido regalado a través del carisma claretiano”, se sinceró. Para finalizar, el arzobispo y religioso franciscano reflexionó sobre la educación, presencia por la que nuestra Congregación es bien conocida en la ciudad gracias al CODEMA, que está considerado uno de los mejores cien colegios de España, según el prestigioso listado que publica el diario ‘El Mundo’ anualmente. “Acompañamos con cercanía procesos educativos y de fe ayudados de la pedagogía de la cordialidad”, redundaba en este mismo sentido Aitor Castaño, laico y profesor del colegio en la monición ambiental.
La celebración, muy participada, contó con la presencia de padres y alumnos del colegio claretiano en Gijón, además de muchos amigos de la Congregación y de las comunidades de religiosos de Gijón y Oviedo. Clero diocesano y vida religiosa asturiana también se hicieron presentes. Incluso el coro que amenizó la misa estaba compuesto por allegados, fundamentalmente alumnos y profesores del CODEMA. El P. Juan Lozano, al frente de la parroquia, y el P. Simón Cortina, director del centro educativo, concelebraron también.
